jueves, 27 de junio de 2013

Nuestros Hijos (escrito el 18/05/2013)


Existe un perìodo en el que los padres quedamos huèrfanos de nuestros hijos; es que ellos crecen
independientemente de nosotros,como àrboles susurrantes y pàjaros imprudentes.
Crecen sin pedir permiso a la vida,con estridencia alegre y a veces,con alardeada arrogancia.
Pero no crecen dìa a dìa; crecen de repente. Un dìa,se sientan a tu lado y con una increìble naturalidad,
te dicen cualquier cosa que te indica que esa criatura,hasta ayer en pañales y pasitos temblorosos e
inseguros...creciò.
¿Cuàndo creciò que no te diste cuenta?
¿Dònde quedaron las fiestas infantiles,los juegos de columpio en la plaza,los cumpleaños con payasos?
Crecieron en un ritual de obediencia orgànica y desobediencia civil.
Ahora estàs ahì,en la puerta de la Disco,esperando ansioso,no solo que no crezca,sino que aparezca; allì estàn muchos padres al volante,esperando que salgan zumbando sobre sus skates,con sus pelos largos y sueltos.
Y ahì estàn nuestros hijos,entre hamburguesas y gaseosas; en las esquinas con el uniforme de su generaciòn
y sus incòmodas mochilas en la espalda.
Y aquì estamos nosotros,con el pelo cano y la vista borrosa.Y son nuestros hijos,los que amamos a pesar de los golpes de los vientos,de las escasas cosechas de paz,de las malas noticias y las dictaduras de las horas.
Ellos crecieron observando y aprendiendo con nuestros errores y nuestros aciertos. Principalmente con los errores que esperamos no repitan.
Existe un perìodo en que los padres vamos quedando huèrfanos de hijos...ya no los buscamos en las puertas de las Discotecas y en los Cines.
Pasò el tiempo del piano,del fùtbol,el ballet,la nataciòn...salieron del asiento de atràs y pasaron al  volante
de sus propias vidas...
Algunos deberìamos haber ido màs junto a su cama en la noche,para oìr su alma respirando,conversaciones
y confidencias entre las sàbanas de la infancia; y cuando fueron adolescentes,a los cubrecamas de aquellas
piezas cubiertas de calcomanìas,posters,agendas coloridas y discos ensordecedores.
Pero crecieron sin que agotàramos con ellos todo nuestro afecto,al principio nos acompañaban al campo,
a la playa,a la piscina y reuniones de conocidos,navidad y pascua compartidas, Y habìa peleas en el auto
por la  ventana,los pedidos de chicles y la mùsica de moda.
Despuès llegò el tiempo en que viajar con los padres se transformò en esfuerzo y sufrimiento: no podìan
dejar a sus amigos y a sus primeros amores.
Y quedamos los padres exiliados de los hijos,tenìamos la soledad que siempre habìamos deseado.
Y nos llegò el momento en que sòlo miramos de lejos,algunos en silencio y esperando que elijan bien en
la bùsqueda de la felicidad y conquisten el mundo del modo menos complejo posible.
En cualquier momento nos daràn nietos. El nieto es la hora del cariño ocioso y la picardìa no ejercida en
los propios hijos: por eso los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño.
Los nietos son la ùltima oportunidad de reeditar nuestro afecto.
Por eso es necesario hacer algunas cosas adicionales,antes que nuestros hijos crezcan.
Asì es: las personas sòlo aprendemos a ser hijos,despuès de ser padres y sòlo aprendemos a ser padres,
despuès de ser abuelos...
En fin, pareciera que sòlo aprendemos a vivir, despuès de que la vida se nos pasò.

Que tengan Muy Buenas Tardes.




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