domingo, 27 de diciembre de 2015

Algo Terrorífico.


  Un gran cuestionamiento que se suele escuchar en estas fechas es que la Navidad no es más
que una vorágine de consumo sin fin. Pero no es tan así,como todo buen Chileno esperé hasta
el último día para comprar el árbol de pascua,no encontré ni para remedio. Para qué decir de
los juguetes...no quedaba nada. Ni hablemos de las ofertas,esto me da para pensar que el Chi-
leno ha cambiado sus costumbres o el "Merchandising" ha influido en conseguirlo.
  Pero,cunda o no cunda el consumo,el sentido religioso de las fiestas ha ido ciertamente decre-
ciendo. Una encuesta Bicentenaria  de la Universidad Católica,en el 2014 eran tres Chilenos
de cada cuatro los que se identificaban como Cristianos de alguna tendencia y,aunque eso no
es poco,apenas ocho años antes había sido el 84% casi diez puntos más.
  La proporción de Ateos y Agnósticos subió del 12% al 22%,pese a que (un toque chilenísimo)
más de la mitad de los que se identificaban como no creyentes todavía consideraban que:
"Jesucristo era el verdadero Hijo de Dios" ¿?
  Lo descrito arriba demuestra,que el caso chileno es distinto al de Europa,donde el descreimiento
más decidido y cierto decaimiento posimperial han dado lugar a comparaciones con la decadencia
del Mundo Clásico. En Chile,es muy claro que es una búsqueda: El Catolicismo ya no satisface
como antes(y no es por falta de fe),el gran auge que tuvieron en su momento las Iglesias Evangé-
licas se ha detenido y lo que está creciendo es la categoría confusa de los No Creyentes que
Creen. Es como si ellos estuvieran esperando alguna religión futurista,así como las personas que
quieren votar en las elecciones,pero no lo hacen porque todavía no existe el partido político que
los represente en sus intereses y satisfacciones.
  Si así fuera,no sería el primer cambio importante de Religión en la Historia. El cambio del
Paganismo por el Cristianismo es el caso más relevante en el Mundo Antiguo.
  Plutón y Perséfone,los dioses del Inframundo,encargados de castigar a quienes juraban falsa-
mente,sin duda entre otras cosas. Pero dentro del poema de Homero,"La Ilíada"en las descrip-
ciones del Inframundo estos Dioses no administran castigos,los difuntos son apenas castigables,
pues son una triste parodia de la gente viva,sombras que andan errantes en la oscuridad,sin
fuerza física o vigor mental. Hay algo sospechosamente reconocible en aquella imagen: Hoy
en día,mientras las oraciones cristianas y la promesa de vida eterna se cantan en alabanzas cada
vez con menos creencia,las películas de Zombies sí producen un auténtico y verdadero terror.

Que Tengan Unas Muy Buenas Tardes.

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