martes, 26 de marzo de 2013

Bonos,Raspes y Cuponeras


Muy sorprendido se mostró ayer Andrés Allamand,candidato a la Presidencia de los próximos comi-
cios,por el rechazo que a suscitado,principalmente en las redes sociales,su propuesta de establecer un
Bono para niñas y adolescentes embarazadas,más conocido ahora jocosamente como "Bono antiaborto
 Incluso declaró que,francamente,no lograba entender que se objetara algo "tan claramente positivo",en
otras palabras,el candidato se halla en la situación clásica del artista incomprendido: aquel que está se
guro de haberlo hecho fenomenal,mientras los abucheos y las pifias del público dice todo lo contrario.
 Para Allamand,todo este revuelo negativo contra su propuesta no puede ser sino producto de la mala
voluntad,de la mala fe,incluso de la mala onda.
 Nadie que esté en su sano juicio--piensa seguramente--puede oponerse a que el Estado ampare a las
colegialas pobres,que no terminaban de columpiarse o hacer sus tareas cuando de pronto estaban en la
sala de partos. Y,efectivamente,así planteado,es muy improbable que alguien rechace una iniciativa de
esa índole.                                                                                                                                 El problema no es ése,sino que los políticos,cada vez con mayor frecuencia,desatienden la sensibilidad
común y perpetran sus ideas como si la palestra pública fuera el desaguadero de un mierdal cerebral,
realizado quién sabe en qué cagadero clandestino aislado completamente de la realidad circundante.
Como están las cosas,basta echar una ojeada por aquí y por allá para darse cuenta de que no es posible
juntar las expresiones "bono","protección de la vida" y "embarazo adolescente" sin recibir de vuelta un
pastelazo en la cara como en las películas mudas.Es una falta de respeto ejemplar,que por lo demás
representa muy bien el descalce entre los discursos de los políticos y las expectativas de la sociedad.
Estamos a un pelo de que los candidatos propongan un raspe para mujeres ultrajadas o una cuponera
de descuento por años de abuso sexual.
 Por otro lado,la "Bonomanía" pone en relieve un problema acaso más grave,que es la progresiva desintegración de las políticas públicas en pequeñas partículas,como si gobernar se hubiera reducido a dar soluciones específicas a problemas específicos,olvidándose de la compleja trama en que se trenzan los diversos aspectos de la realidad.De las grandes esperanzas pasamos directamente al muladar social
Ya vimos cómo el asunto de la educación pública,por ejemplo,se transformó derechamente en un pro-
blema técnico de origen financiero. Autoridades,estudiantes,profesores,todos debaten acerca de gratui-
dad,becas,de créditos y,en suma,de plata,mientras que la definición de educación pública es un tema
que no suena para nada. Y algo parecido va sucediendo con la Salud Pública,que pronto será algo así
como el Club Lider. un punto por cada consulta,diez por cada operación. ¿Y las niñas embarazadas?
Bueno,ya,diez puntos también. Y así sucesivamente: vivienda,infraestructura,cultura,minería,previsión
todo puede reducirse a problemillas puntuales que resolver. Incluso la seguridad pública se la trata
como si fuera una mera confidencialidad entre policías y ladrones,en el que por cierto no tiene nada que ver la marginalidad,la segregación,las expectativas de consumo o los narcos,por no decir nada de
esa cosa y de por sí rara llamada Educación.

Que Tengan Muy Buenas Noches.
Que Descansen.


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