lunes, 22 de febrero de 2016

Recuerdos de Antaño: "Faenamiento de Cerdos".


  Los recuerdos de mi niñez comienzan dentro de una carretilla,sí..de ésas que se usan en la
construcción,me había quedado dormido en el trayecto hacia nuestra casa. Mi viejo me des-
pierta y me dice: "Mira,cabezón..ahí está nuestra casa." Me acuerdo muy claramente el énfasis
que puso al decir.."nuestra casa"..estábamos en una loma y me fijé como dos amigos de mi
Padre estaban terminando de instalar las planchas de fibro-cemento en el techo.
  Esa noche dormí en un camastro improvisado,lo hice a pata suelta,después de haber devo-
rado esas ricas sopas que hacía mi Madre (creo que de ese tiempo viene ese gusto sopero de
todos mis hermanos,me incluyo) Al otro día llegaron mis otros hermanos que se habían que-
dado en casa de mis Abuelos Maternos.
  De temprano comenzamos a recorrer "nuestro terreno"..mi viejo ya había plantado algunos
árboles frutales,atrás y a la derecha estaba levantando lo que parecía un gallinero,pero..lo que
nos llamó más la atención fue en el fondo mismo del terreno. Se habían plantado espinos,(de
ésos que tienen grandes espinas en sus ramas y que de su madera hacen un carbón de muy
buena calidad. Explicación para los que no tienen idea) tan juntos,que era una verdadera mu-
ralla. Al otro lado casi pegado a los espinos,un corral y dentro de él..¡Habían tres chanchos!
inmensos,gordos..no parecían chanchos..más bien eran unas pelotas gigantes que gruñían y
se movían de un lado a otro. Mi sufrida Madre (digo sufrida,porque aguantar a cuatro pinga-
nillas,cada uno con carácter propio,que pasaban el día ideando travesuras,era verdaderamente
desgastante),nos tenía prohibido andar por el fondo porque le tenía un terror abismante a los
chanchos,debido a una mala experiencia que tuvo cuando niña.
  Un día,a mi hermana se le ocurrió una idea muy malévola: agarró un pollo flacuchento que
andaba por ahí y se lo tiró a los chanchos..en menos de tres tiempos se lo devoraron,sentir
cómo crujían los huesos del pollo en las fauces de los chanchos y ver sus hocicos con plumas
fue mucho para mí..me retiré inmediatamente de ese lugar y no volví más.
  Un día,mi hermana insistió que fuera al fondo porque estaba pasando algo muy interesante..
No quiero ver a esos chanchos asesinos de pollos,le dije.. "No,me contestó,ya no están..ven a
ver". La curiosidad pudo más y partí tras ella..sin saber con lo que me iba a encontrar.
  Al lado del corral se había instalado un mesón con cubierta de metal,donde yacía un cerdo
patas p'arriba y lo estaba abriendo un hombre moreno cubierto con un delantal de plástico,
lo que sacaba lo iba tirando en unos baldes que estaban a sus pies. Usaba un inmenso cuchillo
que parecía mas bien una espada samurai..Junto a el estaban dos hombres,uno de ellos con
un delantal blanco y una carpeta bajo el brazo. "Es el Inspector de Sanidad" según mi hermana.
  Mas allá habían unos calderos hirviendo sobre unas fogatas,que unos niños se preocupaban
de que siempre tuvieran fuego. Mujeres vestidas de negro,llenaban unas tripas con un cucharón
que metían en un caldero,las cuales las metían en otro caldero.."ahí están haciendo prietas"
me dijo mi hermana..(yo pensaba qué sabia es ella,sin saber que estaba de temprano copuchando)
por lo que pude observar habían muchas personas trabajando en "esa faena".
  Lo que me marcó fue una escena muy grotesca que paso a relatar: En medio de todo ese caos
organizado estaban dos hombres,con sus respectivos delantales de plástico,uno con un combo
en las manos y el otro con una vara larga que,al extremo tenía amarrado un saco de harina a
modo de bandera.
  Me llamaron la atención por sus acciones,uno de ellos depositó en el suelo un tiesto con sobras,
a lo cual se acercó un cerdo a comerlas..ahí me cayó la teja..eran "los matarifes",los que mataban
al animal..pero..¿cómo? el de la vara se acercó por el lado del animal y la dejó caer,tapándole
la cara con el saco..así el animal no vería al tipo del combo que le daría el golpe mortal.
  El problema es que estos tipos estaban tan bebidos,que no resultó la trampa..uno se distrajo y
el animal movió la cabeza recibiendo el golpe de refilón,el animal herido salió corriendo y emi-
tiendo unos chillidos que se me erizaron los pelos de la nuca.
  La escena que vino a continuación fue digna de una película de "Los Tres Chiflados"..el cerdo
corriendo por todo el patio con una herida abierta en su cabeza,el tipo del combo persiguiéndolo
atrás tirando combazos a diestra y siniestra,con tan  mala suerte que se resbaló en el barro y
ahí quedó tendido..pasando por arriba de él mujeres y cabros chicos blandiendo cuchillos de
cocina y corriendo tras el cerdo.
  El pobre animal cegado por el dolor pasó a llevar un caldero donde hervían trozos de cerdo..
el contenido le cayó encima siendo sus chillidos los más fuertes y escandalosos que había escu-
chado en mi corta vida. Se armó un revuelo tal,que salieron personas de diferentes partes para
detener al chancho. Al fin el animal cayó al suelo desvanecido..ahí mismo lo desangraron y
se pusieron a carnearlo,hasta el tipo de la vara apareció con un cuchillo en la mano.
  Mientras tanto "Los Cortadores",ajeno a lo que estaba pasando..estaban junto al "Inspector de
Sanidad"comiéndose el inmenso sánguche de pernil recién sacado del caldero,acompañado de
un potrillo de vino tinto,que sacaban de una chuica que estaba debajo del mesón.
  Ya no quise ver más y me devolví para la casa.
  Pasó mucho tiempo que no pude comer carne de cerdo.
  La escena del cerdo herido corriendo por el patio y un montón de gente atrás persiguiéndolo...
  me dejó algunas noches en vela.

  Que Tengan Muy Buenas Noches.
  Que Descansen.

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