jueves, 7 de julio de 2016

¿Quién contamina Señor Intendente?


  "Los peores días que hemos tenido de aire en Santiago han sido al día siguiente de un partido
de la Selección de Chile." Dijo no hace mucho Claudio Orrego,Intendente de Santiago. Penosa
afirmación que contrasta,dramáticamente,con la simple alegría del Pueblo pobre que poco más
tiene que poner,contra sus muchas desgracias y penurias cotidianas,que un trozo de carne a las
brasas para acompañar con algunos vinos y varias piscolas al alborozo compartido de amigos y
familiares.
  Dicho lamentable y elitista de primera vista de la autoridad,evidentemente muy mal asesorada.
¿Es que no miden,no equilibran lo que conviene y lo que no conviene? Parece que no.
  Invitemos al intendente,cualquier día,a subirse a un helicóptero al amanecer y ver el problema
desde una gran altura (no creo que a la Intendencia le falte presupuesto para esto),de hacerlo se
dará cuenta,cómo un ancho y torrentoso río de bruma asquerosa y repugnante corre hacia el
Valle de Santiago,cada día desde el Sur,proveniente de la zona alta de Rancagua. "Es la alta
contribución de las Fundiciones,especialmente la de Caletones,que puede ser tan alta como un
50% de las concentraciones de sulfuros en la cuenca de Santiago,durante los episodios más
intensos de contaminación",es la conclusión de un estudio elaborado en conjunto por dos Insti-
tuciones de peso: La Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) y el Instituto Sueco
de Metereología e Hidrología. O sea,no son las brasas que doran el huachalomo o la punta de
ganso ni la humilde longaniza que acompañará un choripán las que más influyen a la toxicidad
que aqueja a la Capital,que la contaminada Intendencia,muy livianamente,culpa a la fiesta parri-
llera de una Ciudadanía que,aparte de la tele,tiene muy poco más para acercarse y sentirse parte
de éste,nuestro País.
  Las declaraciones del Intendente esconden una ideología oscura e inaceptable: la contaminación
"Productiva" de la Fundición Caletones es invisible ante la polución festiva de esa gran masa de
atorrantes ociosos que ensucian el aire con sus festejos futboleros y sus humeantes parrilladas de
compadres y vecinos malvivientes. No señor. El cobre es importante,pero tanto o más importantes
son esas pocas horas de sana y humeante Chilenidad que reúne a la gente alrededor de un pedazo
de carne y un buen tinto para remojarlo.
  Un tonito puritano,de una vieja raíz conservadora mal entendida,se solapa tras el "científico"
análisis del problema contaminatorio hecho por el Intendente.
  Hay una raigambre elitista,con el pecho enrojecido de tanto vapuleárselo en un exceso de misas
mal oídas,con mucho Vaticano y poco de Nazareno de por medio,que es muy fácil llegar a un error
garrafal. Sólo una mirada llena de desdeño o cargada de afanes "agudos" puede ser políticamente
tan absurdo. Señor Orrego,suba a un helicóptero y vea con sus propios ojos de dónde viene el pro-
blema y vuélvase contra su fuente principal si los tiene bien puestos,evitándose varios conflictos
con la población que tiene pocos motivos,mejor dicho,casi ninguno,para celebrar,contaminar,chupar,
comer y pecar como Dios manda,empinándose de a dos copas al seco..¡Salú! ¡Y qué jué..!

  Que Tengan Muy Buenas Noches.
  Que Descansen.

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