martes, 18 de diciembre de 2012

Las esperadas Vacaciones Escolares.


                                                 La promesa de Vacaciones.

No es novedad que el tiempo se va demasiado rápido,como una hilacha que alguien tira para desarmar
un tejido. Pareciera que,en la medida en que uno va cumpliendo años,el suelo se inclina cada vez más
y se cubre de una sustancia jabonosa. No hay solución de continuidad,me decía un amigo: un momento
no lleva a otro momento,como en la juventud,sino que estamos tratando de mantener la conciencia del
espacio mientras damos tumbos tobogán abajo.
Los imbéciles hablan de "Los Años Dorados" para referirse a la vejez,lo que constituye una caricatura
higiénica de la condición humana. ¿Dorados en qué sentido? hay en esta afirmación un lugar común
flagrante,a medio camino entre la psicología de autoayuda,la bravata publicitaria y la desfachatez políti- ca; los años finales de la vida de un hombre sería,en este sentido,un período de reflexión y de serenidad,
en el cual el individuo recoge los frutos que ha sembrado durante su vida y se acoge a los beneficios
que le permiten disfrutar de una existencia digna,integral,armónica. Suena bonito pero,en la realidad
 ¿cuántos Chilenos pueden gozar realmente de esa manera su vejez?
A los pobres niños también se les aplica esta clase de conceptos. Queremos que nuestros niños incor-
poren,en su desarrollo,la conciencia del Medio Ambiente y de la Tolerancia,decía un Educador,casi con
emoción en los ojos.
Por fin han empezado las Vacaciones Escolares y no podemos dejar de mirar esta circunstancia con un
dejo de nostalgia. Las Vacaciones,en la lejana infancia,eran siempre una promesa de algo,una extensión
que se abría como posibilidad provocándonos un leve ajetreo nervioso en la boca del estómago. Hasta
el aburrimiento tenía un efecto placentero.
Aplicábamos,sin saberlo,en la comodidad de las tardes de lento andar,la más oriental de las Filosofías:
dejarse estar y dejarse llevar. El Mundo ancho y ajeno,no era más que un bullicio y un resplandor que
nos dejaba sin menoscabo e incólumes.
Lo que se denomina Año Escolar es un entramado bastante siniestro de culpabilidades,de presiones,de
aspavientos,de responsabilidad,de competencia feroz. En doscientos años más considerarán que nuestro
Sistema Educacional es arbitrario,ciego y aberrante,tal como nosotros abjuramos de las viejas prácticas
de Enseñanza: de la letra con sangre entra,del cucurucho con el apodo de burro,de la huasca correctiva
de los antiguos profesores.
Quizás los niños deberían entrar a la"escolaridad" cerca de los doce años,no antes,una vez que se hayan
saciado hasta el hartazgo del ocio productivo al que parecen tan dados.
Nietzche habló alguna vez de la profunda seriedad de los juegos de los niños.
No se por qué,pero todo el Mundo se empeña hoy en rasgar vestiduras en nombre de la Educación,la
nueva plataforma sagrada. Da incluso temor poner una nota de duda sobre la utilidad real de los Cole-
gios,como si con ello se ofendieran los preceptos de algún tipo de Iglesia.
No sé,las cosas han cambiado tanto con el tiempo: los jóvenes de antes queríamos básicamente Libertad
los de ahora exigen Fiscalización en coro y con marchas.
Saquen sus conclusiones...

Que tengan Muy Buenas Noches.
Que Descansen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario