miércoles, 17 de junio de 2015

Una Ventana al Mundo.


 La primera vez que usé Internet,fue por allá por los años 90,recién en la pega estaban introduciendo
la tecnología y con unos compañeros comenzamos a curiosear esta nueva aplicación para nosotros
desconocida. Un compañero mas joven nos abrió los ojos y la mente a aquello que era en verdad
maravilloso. Estuvimos un buen tiempo buscando información de sólo tonteras  y todos quedába-
mos asombrados,de sólo ver cómo a un click todo estaba en la pantalla del PC.
 Es gracioso a veces,hablar con jóvenes que no tienen la experiencia de una vida sin Internet.
 Si uno les cuenta cómo eran las cosas antes,se nota el esfuerzo de imaginación que hacen para
concebir esos tiempos primitivos y tristes que habríamos vivido...según ellos.
 No hay cómo convencerlos de que todo era más o menos lo mismo que ahora,ni mejor ni peor.
 Los años ochenta,que están a la vuelta de la esquina en la memoria,en las fotografías y videos
parecen muy lejanos a causa de la tecnología que todo lo registra. Las imágenes que en ese mo-
mento se nos veían realistas y nítidas,hoy se ven granulosas,casi abstractas. Una realidad entre
cafesosa y amarillenta,donde circulan personas vestidas extrañamente y autos que parecen tanques.
 Una foto de esa época con una aglomeración de micros y liebres de innumerables colores frente
a la Estación Central nos devuelve una idea muy deprimente de lo que era aquella existencia.
 Me abisma pensar que para mí hay incluso el recuerdo de una época pretelevisiva. No sé,porque
era muy chico,qué hacían mis parientes con su tiempo,pero me da la impresión de que lo ocupaban
satisfactoriamente entre trabajo de Lunes a Sábado y viajes a la playa los fines de semana,donde
se iba "apatotado",mamá,papá,hermanos,tíos,primos,abuelos o sea toda la familia.
 Como todos por entonces,se escuchaba la radio,programas familiares,de concursos y los preferidos
por todos los radioteatros. Mi viejo además leía todos los días la lista de defunciones en el diario,
como quien le echa un vistazo a la vida social de las revistas.
 La televisión se integró naturalmente a la dinámica del hogar. Fue como ventana adicional en la
que divisaba otra porción del mundo. Nadie hizo mucha alharaca y el ritmo diario siguió siendo
el mismo,sólo que se contaba con una nueva posibilidad: sentarse y ver pasar cosas en la pantalla.
 Daban conciertos muy extensos que uno no sabía en qué lugar del mundo habían sucedido.
 Daban noticias con personajes muy fríos y acartonados,con una cámara fija y de fondo una
cortina con muchos pliegues y de preferencia de color oscuro. Las películas eran invariablemente
de más de veinte años atrás,lo que producía una sensación extraña de mucho desasosiego. La
maldad de las mujeres protagonistas de películas drama-acción parecía mucho más escalofriante
cuando su ropa y su maquillaje se notaban anacrónicos,como si se tratara de un vestuario teatral,
expresionista. Y todo en blanco y negro.
 Esos días parecieran estar al alcance de la mano,pero están,como se dice,irremisiblemente perdidos
y la mayoría de sus protagonistas muertos u olvidados dentro de un polvoriento cajón que ya nadie
abre.

Que Tengan Muy Buenas Noches.
Que Descansen.

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