viernes, 24 de agosto de 2018

Todo comienza de nuevo.


   El Invierno nunca ha sido muy querido por nuestros coterráneos,no sé si esto tendrá trascendencia,
pero siempre la Primavera llega como forma violenta y precoz. No como esa Primavera sabiamente
punteada por las autoridades,que le dejan al Señor Invierno sus tristes tres meses,desde el Solticio
del 21 de Junio hasta el 23 de Septiembre. Con ella no hay nada que reprochar,porque vamos a hablar
mas bien de esta otra Primavera,la rebelde,la de la naturaleza. Hace pocos días comenzaron a brotar
los botones de mis duraznos y pensé,bastante preocupado,que todo esto no iba muy bien,iba para peor
  La floración se había adelantado o el Invierno se había acortado más de lo normal,quizás por los
efectos de "El Niño",el calentamiento global,la tala indiscriminada y el fenómeno de "La Niña".
  Pero me di cuenta de mi error al revisar mis notas que (casi siempre) tengo a mano,sobre los fenó-
menos naturales que nos rodean,y resulta  que aquellos árboles siempre brotaban con una perfecta regularidad cada año en fechas más tempranas,por ahí por el 29 de Julio.
  Por lo tanto,fue un Invierno largo,muy helado,que me hizo tomar mucho café,con poca contamina-
ción particulada (no sé si fue cierto o fueron disposiciones muy acertadas del Gobierno) y con algu-
nas nubes y nieblas matinales que le daban un aspecto solemne y caprichoso a la cordillera.
   Dentro de un mes,comenzarán a aparecer los primeros visitantes de toda casa que se respete,hormi-
gas,arañas,tijeretas,y si tiene animales las muy despreciadas garrapatas. Pero aquellos son apenas lo
visible de la vida multitudinaria que habitan en los hogares,miles de millones de organismos que van
desde la bacteria más humilde,pasando por los ácaros hasta los mamíferos como perros y gatos y,por
supuesto,uno mismo,el más llamativo y el más depredador.
   Habría que tener inmensos delirios de grandeza para no extrañarse ante la probabilidad estadística
de esta superioridad. El solo hecho de ser el rey de la creación,al menos en ese medio limitado del
hogar propio,parece ayudar a una tremenda responsabilidad: La de vivir,de manejar dignamente esa
inmensa abundancia de bichos y animales.
  Así,llega "La incomodidad" de la Primavera con las alergias,las narices rojas e hinchadas,los estor-
nudos,las irritaciones de garganta y los inevitables resfríos,pero los días pasan con esos baños de luz
clara que sosiega el cuerpo y calma el espíritu. Pero luego la luz se fortalece,llega el Verano y la fres-
cura se convierte en tierra y polvo.
   Ese impulso que comenzó tímidamente en la Primavera,se apaga  y se llega a otro estancamiento,
el del calor,esos espejismos del asfalto recalentado por el sol y esa hora de la tarde  cuando se levan-
ta esa brisa fresca e invita a abrir las ventanas de par en par. De ahí una inclinación hacia el Otoño
es algo que prácticamente se percibe. Empiezan las típicas quejas por el frío y las campanitas que
indican la presencia del vendedor de gas,luego bruscamente y de golpe recuerdas las goteras del
techo que no habías creído urgente reparar. Aparecen las ramas desnudas y la tarea tediosa de re-
coger las hojas caídas de los árboles,hay que comenzar a podar,abonar y preparar la tierra para
plantar hortalizas más adelante. El círculo se ha cerrado,todo comienza de nuevo.

   Que Tengan Muy Buenas Noches.
   Que Descansen.

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