sábado, 2 de septiembre de 2017

La Gran Fauna Juvenil de todos los tiempos.

 
  Siempre ha resultado muy jocosa cualquier frase que acompañe al dicho: "La juventud de hoy",
diga lo que se diga,ya sea como admiración o crítica,al parecer es muy imposible hacer un estudio
mas o menos preciso sobre los jóvenes sin quedar,como dijo Luca Prodan,un "viejo vinagre" o
como un Lolosaurio ridículo. Igual ocurre en relación con los niños,que siempre generan juicios
absurdos,según los cuales "los niños de hoy" están naciendo todos superdotados,dueños de un
cerebro mutante creado seguramente en algún laboratorio de la NASA,en un escondido bunker en
el desierto de Atacama,o son una manga de vagos irrespetuosos dedicados únicamente a vegetar
con sus joistick entre sus manos.
  Da risa que se hable de la juventud en general,porque el grupo que se menciona es evidente una
situación ideal que sólo existe en la imaginación,y por lo tanto,todo lo que se diga al respecto,son
solo frases vacías que habla sólo de quien las dice.
  Hoy estamos con "Los Milennials",que son ya objeto de cientos de críticas y defensas,pero basta
caminar un par de calles por Santiago,otras tantas por Talca,Iquique o Quilpué para darnos cuenta
que todo no es más que una maroma sociologizante. El estereotipo en uso no alcanza a cubrir ni una
mínima parte del todo,que es tan heterogéneo como cualquier grupo de una misma edad.
  De acuerdo a eso,no se sabe qué tienen de "Milennials" los veinteañeros que son obreros,patiperros,
prostitutas,concertistas,bailarinas,almaceneros,astrónomos,narcotraficantes,pescadores,violadores,
lanzas y cogoteros.
  El otro día hablaban en la televisión acerca de la juventud de los años sesenta e inicios de los seten-
ta. Observando a los informantes,la juventud Chilena de esos años,se lo pasaba sacando la vuelta
en el Coppelia o en los recitales del Teatro Marconi.
  Es muy cierto que se necesita reducir el número de imágenes de una época para entenderla,pero
limitar el universo de esa manera tan unida y selectiva,que sólo sirve para resguardar la gran pena de
algún grupúsculo mas o menos seguros de sí mismos.
  El gran mérito de "Sudamerican Rockers",la serie acerca de "Los Prisioneros",fue justamente
haber abierto la ventana con que se observa a los jóvenes. La adolescencia de los ochenta no eran
ni lejos un grupo sin variedad ni cambios. Al respecto,una de las secuencias claves de la serie era
el viaje de San Miguel a Providencia: se presenta no sólo como una aventura liceana hacia un te-
rritorio cultural desconocido y extranjero,lugar pulcro en que espera los sueños de las disquerías
con sus promesas musicales,sino también como un descubrimiento de matices,colores y texturas
urbanas,con una variedad de fauna juvenil que rompía con los modelos con que se pretendía a
disfrazar aquella época.
  Seguramente,el Periodismo tiene mucho que ver en esto. En la música de fondo de algunos noti-
cieros cuando se hacen reportajes sobre alguna época;siempre son selecciones muy flojas,lo cual
no importaría si además las llenan de caprichos periodísticos,gracias a los cuales los jóvenes
siempre terminan siendo una masa indefinible y regular que se mueven en la memoria al compás
de dos o tres grandes hits del momento,mas o menos bailables,y que ya nadie recuerda.


  Que tengan todos ustedes Muy Buenas Noches.
  Que Descansen.
 

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