domingo, 24 de septiembre de 2017

No sentir nada,nada de nada..


  Cuando se lea esto,ya no vamos a existir. Tal frase es una fuera de juego temporal,pero su idea
tal vez no sea incomprensible: la destrucción total (de una ciudad,de un país,del planeta);aun en
pedazos de uno en uno,es posible nuclearmente;eso nos han metido en la cabeza desde que tenía-
mos seis años.
  "Total" será una idea extraña con apariencia de verdadera,de acuerdo,pero es que los comunica-
dores sociales exhiben en pantalla mapas del Pacífico y hablan con un nerviosismo tal esa otra
palabra tan profundamente humana: "Guerra",no la despiadada guerra en Siria,sino (mucho peor
aún) esta otra,atómica: un desolador sueño fugaz y radiactivo.
  A veces se contrapone la mentalidad guerrera o militar a eso,lo que llamamos "Cultura",al refi-
namiento estético. Los soldados o milicos son brutos,carentes de distinción,cabezas de piedra.
  ¿Que saben de Literatura,por ejemplo?
  La más hablada de las artes (la Literatura) sí sabe mucho de ellos: sólo piensen en la inmortal
Ilíada,cantada y escrita por Homero,hace tres mil años.
  Violencia pura de cuerpos broncíneos hiriéndose o matándose en cámara lenta,con espadas y
lanzas. Lanzas: armas que se desplazaban de un verso a otro,para que el poeta cantara bellas pala-
bras sobre la persona o el linaje de tal o cual héroe(antes que su alma se transportara al Inframundo)
  Poesía en estado puro,y un vistazo certero a la naturaleza humana.
  Esa primera "Novela" creacional es el relato de una guerra. Armas cortantes en un cuerpo a cuerpo,
 proyectiles a mano que buscan el músculo sangrante o el pecho que se hunde,sofocando y matando.
  Al ser humano le encanta lanzar objetos. Satanás es,por origen,el que arroja cosas maléficas.
  Hoy,se diría que dos cabezas calientes monosilábicos (Kim y Trump) se mueren de ganas de lanzar-
se artefactos que matarían a muchos,a miles,a cientos de miles: los misiles nucleares.
  Se presiente ya la carne viva muriendo,despellejándose,evaporándose por acción del hongo atómico:
  No somos nada..desaparecemos,nos convertimos en polvo radiactivo..valemos hongo. En la televi-
sión calculan cuántos chilenos (inmigrantes incluidos),moriríamos de una si esas bombas (una hipó-
tesis de enseñanza) cayera en el centro de nuestra Capital.
  Ojalá,si ocurriera  esa explosión final no alcancemos a sentir nada,nada de nada. Temo que esa pa-
ranoia mundial me esté afectando bastante la psiquis.
  Ingenuo sería echarles la culpa a Kim y Trump del origen de ese terror en el que no creemos creer.
  La gran culpa es del ingenio humano,de la manía tecnológica,esa tentación intelectual de jugue-
tear con los átomos.  Harry Truman debió ser juzgado en el Tribunal de la Haya por crímenes de
lesa humanidad: con la bomba atómica de 1945 en Hiroshima (y lo mismo en Nagasaki) murieron
de un chispear de dedos aproximadamente 35.000 personas,y éso fue sólo el comienzo. La gran
mayoría eran civiles: un perfecto crimen de guerra,nada le pasó,total eran los ganadores del con-
flicto mundial.
  Es mucho mejor que a Trump lo condenen por injurias varias,antes de que apriete el botón.
  ¿Y a Kim? dejo lanzada la inquietud a quien quiera opinar.

  Que tengan todos Muy Buenas Noches.
  Que Descansen.

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