Huellas sobre la arena..Miradas hacia el Futuro.

    La idea de "Huella" es quizás una de las primeras enseñanzas que se aprende,cuando se es niño
y se da cuenta de que sus pasos van dejando marcas en la arena mojada y también descubre hue-
llas de otras personas que ya pasaron y se perdieron a lo lejos. Cuando en medio de un camino
rural,entre zarzas y espinos,un pariente grita:¡Mira..la huella de una culebra! ó en la ciudad,en
unas veredas reparadas(alguien,alguien anterior..un desconocido)ha cedido a la tentación de pisar
el cemento fresco..quedando impreso en él,el dibujo y el logo de la suela de un zapato de trabajo.
    Estas experiencias nos acercan en forma súbita e intensa al hecho que ocupamos un punto
entre el espacio y el tiempo. Los otros,los que ya pasaron estuvieron aquí en el momento que nos
perdimos y desaparecieron hacia zonas desconocidas y remotas para nosotros.
    Más adelante nos acostumbramos a ver huellas desde la ventanilla de buses,micros,taxis,colec-
tivos,para quitar el aburrimiento de los largos traslados: vidrios pulverizados de los choques en
las esquinas,tapas de bebidas hundidas en el alquitrán de las veredas,grietas de terremotos en los
muros de casas antiguas,volantines de temporadas pasadas decolorándose en las ramas de los
árboles. Luego,aburrido de lo primero..contabilizar qué marcas de autos son las que más se re-
piten.
    Ni yo mismo estoy comprendiendo hacia dónde quiero llegar. Como que me queda la sensa-
ción que en este tema no se avanza mucho,sino a medida que uno envejece.
   Un día fui al centro de la ciudad y volví nuevamente a recordar esas calles que conocí cuando
niño,el sol reflejado en las ventanas de los edificios,laberintos de pasajes y callejones,la exten-
sión de letreros,casas fotográficas con sus retratos en la vitrina,el olor a café tostado y molido,
fritangas y confituras,todo cuanto se presentaba ante mi memoria me devolvía a mis tiempos pre-
téritos..nada pasaba..sólo que ahora soy un viejo y antes era un mocoso,y anduve por las mismas
calles con la misma sensación de soledad.
    Cuando uno abre las carpetas con fotos viejas(que casi siempre pasa cuando no hay nada que
hacer y nos ponemos a ordenar)se da cuenta que cada una de ellas no son más que la huella de
un hecho anterior. Indiferente para todo el mundo,algo que por lo demás lo teníamos en el olvido
Por ejemplo: un matrimonio de un pariente,otra foto de gente de los años 70,una casa con jardi-
nes y una reja blanca de madera,que extrañamente se nos aparece en nuestros sueños,gentes de
otras épocas,sonriéndole a la cámara.
    Esos ojos anhelantes de los hombres y las niñas de las fotos del olvido parecieran fijar la condi-
ción humana. Miran hacia adelante,miran el Futuro. Nos miran a nosotros,como si supieran que
llegaría el día que nos asomaríamos para examinarlos. Da la impresión que quisieran quedar im-
presos en nuestras retinas y pensamientos para no desaparecer completamente,cuando se cierre
la carpeta y vuelva a guardarse en el olvido.

    Que Tengan Muy Buenas Noches.
    Que Descansen.