martes, 16 de octubre de 2012

Reflexiones sobre el "Gran Salto".


                                                          EL GRAN SALTO.

Después de ver el salto de Felix Baumgartner, el Austriáco que el Domingo pasado se lanzó en caída
libre desde la estratósfera, uno queda en una situación existencial deplorable: triste ser, creado artificial-
mente por un ignoto alquimista,que respira a ras del suelo ,asediado día y noche por diminutos ácaros,
esporas y hongos putrefactos. ¿Qué se puede pensar cuando un hombre logra romper todos los records,
entre ellos el de convertirse en el primer ser humano,el primer ser viviente,en caer por su propia volun-
tad desde una altura de casi cuarenta kilómetros, alcanzando una velocidad de más de mil trescientos
kilómetros por hora,es decir mucho más rápido que el sonido de sus propios gritos de pánico o de exci-
tacion?. Para uno,que miraría con cautela y temor hasta el más ridículo trampolín de una piscina,ejerci-
sios como el de éste Austríaco imprudente pertenecen a la esfera de los símbolos,de la ficción especta-
cular,nada que tenga la menor relación con la realidad concreta.
Hay cuestiones de orden científico en juego,naturalmente: experimentos que sirven para poner a prueba
tal o cual teoría.
Incluso puede que haya implicancias políticas,económicas,etc.,pero de todos modos hay algo que no al-
canzo a comprender en estas "empresas humanas",que pretenden,e incluso logran,hacer posible lo impo
sible,realizar lo que estaba más bien en los dominios de la imaginación y de la ficción.
En ellas permanece la creencia de que son hazañas heroicas y ejemplares,comprometidas con el destino
de la civilización; se supone que alargan un poco más las posibilidades de todo el género humano,aun-
que sea obvio que nuestra vida de mamíferos bípedos sigue siendo igual de salvaje y rudimentaria como
cuando empezó.
Por eso quizás,por su carácter literal de "leyendas vivientes",capaces de acometer acciones tan desmesu
radas que resultan hasta inverosímiles,estos héroes contemporáneos alimentan,acaso sin proponérselo,la
moraleja de que el ser humano podría darle un sentido a su vida rompiendo sus limitaciones,por ejem-
plo a través de la perseverancia o la fuerza de voluntad.
Son. en la práctica,profetas involuntarios de la Autoayuda.
Hay gente que se tira en benji o alas delta,no para sentir placer,sino para "superarse". Otros se preparan
para correr la Maratón de Nueva York o subir los Himalayas. Incluso algunos evaden el esfuerzo y se
proponen conocer las Pirámides de Egipto o tomar un crucero algún día.
La cosa es planearse un desafío,una meta,que redimirá la vida entera y sus días sin objeto. Cualquier
hecho excepcional sirve para aproximarse ,por un segundo al menos,a las suelas del héroe. En el fondo
todas las "hazañas" tienen un revés dramático en la psicología de lo que antes se llamaba el "hombre
común". En sus posibilidades,muchos quieren dar el "Gran Salto",en lugar de fijarse bien por dónde
caminan día a día,qué es lo que pisan y qué van dejando atrás.

Que tengan Muy Buenas Noches.
Duerman Bien.

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