Trapos sucios ondeando al sol.

Cuando el Ministro de Defensa Boliviano,Jorge Ledezma,apareció en el Norte de Chile con una
chaqueta que llevaba el lema "El Mar es de Bolivia",la reacción de los sectores políticos fue,al
parecer unánime. Habría sido una "provocación inaceptable",un intento por "aprovecharse del
dolor de nuestra gente del Norte". En realidad,parece que la tal frase sirve como estándar en las
chamarras del Oficialismo Boliviano,y a Ledezma simplemente se le olvidó que la tenía en su
pecho;luego se deshizo en disculpas,pero el mal ya estaba hecho.
Obviamente es ridículo y patético (para nosotros) que las autoridades Bolivianas suministren
ropa con esas características,pero no habría que juzgarlos tan duramente: el eslogan inútil pero
apasionado,dirigido a personas que ya están de acuerdo contigo,es la nueva forma de hacer
política en Occidente. Eso se vio,por ejemplo,cuando unos terroristas Islamitas de Boko Haram
secuestraron a doscientas y tantas colegialas en Nigeria el año pasado. La respuesta de las
grandes potencias Occidentales fue la creación de un Hashtag de Twitter, #bringbackourgirls
("devuélvannos a nuestras niñas"),y luego la producción de letreros de aspecto vagamente
artesanal con ese  mismo mensaje.
Mostraron éstos en público personajes como Michelle Obama yDavid Cameron,además del
Gabinete Chileno entero.
¿A quién iba dirigido ese mensaje? seguramente no a los terroristas,quienes se burlaron de él
en un video; tampoco a quienes tenían el poder de tomar alguna acción real en la forma de una
acción militar,porque eran ellos mismos los que la exhibían tan lastimosamente. Mas bien,iba
dirigido a esa parte del público que exige la expresión de sentimientos morales impecables,y
encuentra que con eso se ha hecho todo lo necesario: la twittersphere,el mundo de Twitter.
Algunos no entienden esa nueva forma de hacer política,como Mkeki Mutah,pariente de
algunas de las niñas secuestradas (ninguna de las cuales ha sido encontrada),quien comentó
después de la campaña: "Líderes de todo el mundo vinieron y dijeron que nos ayudarían,pero
ahora no escuchamos nada;me gustaría saber por qué."
Los políticos chilenos saben por qué. Una generación atrás,si no me equivoco,muchos habrían
considerado que la reacción adecuada a la provocación bufona del Ministro Boliviano era
algo así como una burla o un chiste mordaz,no el despliegue de toda la retórica de la furia moral.
Pero saben que si se miden los espera la condena de Twitter: un formato hecho a la medida para
los indignados sedentarios cuyas opiniones no conocen matices,y también para los periodistas,
a quienes les sirve para sacar una instantánea de la "Opinión Pública" sin necesidad de salir a
la calle.

Que Tengan Muy Buenas Noches.
Que Descansen.