jueves, 2 de mayo de 2019

Choques Nocturnos.


    Una vez más me ha tocado la penosa idea del desinterés total. O sea,todo lo que pase o me co-
muniquen me va a importar un comino. Se supone que este tipo de estados nacen más que nada
por un gran cansancio acumulado por tiempo indefinido.
    Todo el día recibo llamados de números desconocidos: algunos ofrecen cambiarme de algo que
uno está,por(según dicen)algo más favorable y con más rentabilidad,otros te llaman amablemen-
te para avisar que hay una cuota impaga,y de paso ofrecerte créditos a sola firma y a largo plazo..
te incentivan a comprar un espacio en un "Cementerio Parque",en plena naturaleza y con sombra
de árboles de hoja perenne,para que tu deudo esté siempre tranquilo y feliz..(¿?) o inscribirte en
un paquete de viaje por el Caribe,con todo incluído. Aparte son las llamadas perdidas y las equi-
vocadas. Luego,el que se equivocó llama de nuevo pensando que estaba equivocado por equivo-
cación. "¿Me puede decir su nombre completo,por favor?"dice el que llama..contesto: ¿Y yo..
con quién estoy hablando? "Disculpe..es que es confidencial.." contesta. Ya a la tercera llamada
equivocada,lo mando a la con..y registro el número para no contestar.
    Mi gran deseo,mi gran anhelo,mi Utopía impracticable,sería que desapareciera(siquiera por
un par de días)el ruido vulgar del Mundo,ese excedente innecesario de estímulos: los megale-
treros que obstaculizan el paisaje en las carreteras,la farándula mañanera en la Televisión,los
cómicos callejeros,el hablar florido e indescifrable de los políticos,el lenguaje soez  de automo-
vilistas,choferes de buses,taxistas,estudiantes..los escapes libres de las motos,las zampoñas
tocadas en las esquinas,las ruidosas cortadoras de pasto,la publicidad gritada en Radio y T.V.
    Han existido choques de trenes en estos tiempos. Esos misteriosos trenes nocturnos urbanos
que cruzan la ciudad dormida,que parecen fantasmas de un glorioso sistema ferroviario que
mataron por los años 80. Tras muros de latas oxidadas,tras los enrejados cubiertos con la
pátina del tiempo y en medio de potreros cubiertos de pasto reseco,aún pueden notarse con
regularidad. Se les ve pasar como una realidad paralela y a veces se cruzan con algún vehí-
culo desprevenido en la noche y queda la catástrofe.
    La gente se incorporó en medio de la noche,asustados por el estruendo de uno de esos
choques. Lo más extraño es que algunos acusaron la ausencia del pitazo por parte del maqui-
nista y otros aducieron que los alertó el pitazo alarmante del tren.
    La guinda de la torta de esa accidentada noche fue que aparecieron los saqueadores a ra-
piñar con la carga del tren. Arrasaron con lo que había,cajas con piezas de maniquíes,un car-
gamento de bicarbonato,arandelas de goma y un montón de inutilidades más.
    En estas circuntancias el sueño se altera. Ni siquiera está la salida de las pesadillas,que
otorgan la posibilidad de un escape,cuando nos damos cuenta que lo espantoso y lo insopor-
table se esfuma  en la decepción de que la realidad que se conoce sigue ahí,intacta: las
lámparas,cortinas levemente corridas,cuadros,televisor apagado,ropa desordenada,la tenue
luz del pasillo que alumbran a pisadas de felino desvanecidas en la alfombra. Los sueños de
estos estados alterados alargan las sensaciones de vigilia: no son sueños con imágenes sino
audiciones con murmullos,palabras,gritos.
    En este trance y en este tránsito los pitazos de los trenes ya no los escucho. Lo que es-
cucho es algún grito ocasional,unas risas de personas con estado etílico avanzado,y algunas
veces del segundo piso,sonidos difíciles de aclarar. Lo que siento muy claro son jadeos,
murmullos y un sonido rítmico que ya veo que el techo se va a desplomar.

    Que Tengan Muy Buenas Noches.
    Que Descansen.
   

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