martes, 5 de febrero de 2013

Hombre Lavaplatos: rescate de Dignidad perdida


Según un nuevo estudio,de esos que tienden a amargarnos la Vida,mientras más colaboran los
hombres en las tareas del Hogar,menos relaciones sexuales tienen con sus esposas. Es normal que
el sexo decaiga con el Matrimonio,porque el etiquetado previo mata el olor a aventura y a fugacidad
que caracteriza a las pasiones devoradoras de los primeros tiempos.
Los Matrimonios modernos son devorados por las tareas del Hogar,y eso que el Hogar existe ya muy
poco,porque las mujeres se han liberado del cucharón y la olla,y prefieren pasar el día en esas pocilgas
que a menudo son las oficinas o fábricas o comercios desempeñando con mucho amor tareas absurdas para quienes no las aman.
Los hombres,en cambio,han ido aprendiendo la diferencia que hay entre los distintos tipos de detergen
tes,y se conocen ahora todos los botones de la lavadora y de la aspiradora. Y mientras mejor lo hacen,
más lata le da a la esposa ir a la ceremonia de acoplamiento con intercambio de fluidos.
Se feminizan los hombres y se feminizan las mujeres,robusteciéndose,mientras el macho de toda la vida está en retroceso. Las hazañas de antes ahora son delitos,y las glorias de ésas memorables borra cheras o de los deportes violentos ya no son nada,antes al revés. El consuelo de lavar los platos con un buen detergente con aroma a limón no basta para rescatar la dignidad perdida en este Cambio Global.
Los hombres vagan suspirando por los pasillos del Supermercado,buscando nuevas salsas con qué
aderezar los espaguetis y alguna oferta en la Fiambrería para la hora del té,mientras sus mujeres asisten a Seminarios especializados haciendo sonar los tacones. Al regreso al Hogar,la esposa contem
pla ese territorio que ya no es suyo gobernado por un inepto que no sabe pelar bien las paltas ni fregar
adecuadamente una miserable olla,y siente probablemente cualquier cosa antes que un acuciante deseo
de ser poseída por ese hombre debilitado por los estropajos.
La idea,sin embargo (es terrible cuando hay una "idea"),la idea consiste en que las mujeres se liberen
y los hombres abandonen sus pretensiones machistas,y en esa convergencia hacia la igualdad se desva
necen los misterios del sexo. Poco importa,porque la frotación erótica y la fecundación no son necesa
riamente parte de lo mismo,y las mujeres pueden ya engendrar sin cópula.
Lo que queda como murmullo de fondo es el cansancio o el fastidio o incluso la culpa de la mujer oficinista,liberada por cierto del Hogar,y la sensación de vacío del hombre lavaplatos que no logra en-
contrar en la cocina el sentido de su  propia existencia.

Favor de sacar sus propias conclusiones,yo no podría ser parcial ni objetivo (También soy un Hombre
lavaplatos)
Que tengan Muy Buenas Noches.
Que Descansen.

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