miércoles, 13 de febrero de 2013

La Adolescencia: Patio de Juegos del Futuro.


Cada vez cuesta más sobrellevar el espíritu liceano que se ha apoderado de casi todos los aspectos de
la realidad. Si entre los años sesenta y los ochenta hubo una constante irrupción juvenil que en cierto
sentido trizó para siempre la idea de la madurez,a partir de los años noventa ese fenómeno se degeneró
por completo,cambiando la fuerza de la juventud por la modorra de la pubertad. El equivalente de los
viejos rockeros no es en la actualidad aquel ser emancipado,autónomo,denso,maravilloso y ultracon
siente que prometía la ruptura de la edad adulta,sino una ameba social que encanece,dependiendo de
sus padres,que nunca deja los videojuegos,que se viste como si tuviera trece años,que ama las patotas
que nunca desarrolla su propia manera de hablar,que se entretiene con juguetes tecnológicos,que no se
resigna a haber salido de cuarto medio y que está orgulloso de todo eso.
No me refiero,por cierto,a la vitalidad de los adolescentes,ni su alegría,ni su belleza,ni su dramatismo
el proceso de adolescentización de la Sociedad fue,en ese sentido incompleto.
En principio,una Sociedad adolescente podría ostentar muchas virtudes ahora escasas: la ingenuidad, la lozanía sentimental,la no sumisión a lo aparente razonable. Pero estas virtudes quedaron fuera de la
Metamorfosis,produciendo un desequilibrio totalmente funesto.
Cuando el eterno adolescente de pantalón caído y patineta le tocan el bolsillo o su metro cuadrado,
ladra como perro viejo y hace alarde de todas las mañas de un viejo carcamal,hace trampas,vocifera en
el libro de reclamos,toca la bocina en el taco,se apropia de lo que no debe y aplica sin asco la ley del
gallinero.
Los escritores,en particular la tóxica subespecie de los poetas jóvenes,han llevado esa contradicción
hasta el paroxismo. Se lo pasan "maldiciendo",posando de rebeldes,adorando el delirio,escribiendo en
lenguaje de chat y quebrándole botellas a una cosa invisible que ellos llaman "El Sistema",pero esos
mismos principiantes,apenas le ponen delante un Formulario del Consejo de la Cultura o les ofrecen la
posibilidad de encastrar una antología en México o en Perú más que sea,se momifican hasta el último
dedo de los pies,convertidos en adultos hechos y derechos que cuidan sus reductos mediante rejas elec
treficadas. Si se trata de morder  un pedacito de ese de bistec,dejan toda su pretendida adolescencia y se comportan como verdaderos vejetes.
La televisión,la farándula,el fútbol,la música,la política: todo está teñido de es adolescentismo. Inclu
so el asunto de los marinos cantores de Viña del Mar puede auditarse bajo ese prisma; a mi juicio,lo
que grave de andar pregonando Argentinos,Peruanos,Bolivianos en una burda cantinela no es la xeno
fobia ni el patrioterismo del mensaje,sino que la imagen huela a juegos rudos de patio de Liceo,a cho
reza de pandilla,como si la inmadurez fuera un método adecuado para explicar a los hombres de armas.
¿Quién iba a decir,hace doscientos años atrás,que llegaría el día en que el País estaría en la cúspide de
su riqueza (según algunos analistas y economistas,discrepo un poco,pero eso es otro tema) y,para
disfrutarla ,se vestirían con lo peor  de la edad del pavo?

Que tengan Muy Buenas Noches.
Que Descansen.

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