jueves, 28 de mayo de 2015

El Mundo Real que Algunos quieren Esconder.


 Roberto Sánchez Sánchez,51 años,casado,dos hijos,Director del Colegio República Oriental del
Uruguay de Curicó por tres años,había sido  destituido de su cargo. El 10 de Mayo,al estar cele-
brando en el Colegio,el Día de la Madre, a petición de padres y apoderados subió al escenario
y se mandó una performance al ritmo del reggaeton. La cual fue celebrada con risas y aplausos
 por todos los presentes. No por todos. Pues el día Lunes fue suspendido de sus funciones por dos
días,no contento con eso el "moralista acusete" arrojó al jardín de la casa de la Directora del
DAEM (Departamento de Administración de Educación Municipal) un CD con las imágenes
del Director bailarín.
 Restituido en su cargo,se dirige a sus alumnos en una sala del colegio pidiendo disculpas por lo
acontecido. Los alumnos lo escuchan con respeto y asienten con un "Siii"rotundo cuando les pre-
gunta: "¿me disculpan niños?".
 Los Apoderados por su parte opinan que lo que pasó "fue una humorada y nada más". Estiman
mucho al Director porque,desde que él llegó el colegio ha cambiado notablemente. "Antes estaba
podrido,era muy mal mirado hasta que llegó Don Roberto y el colegio ya es otro",opinó una
Apoderada.

 En el libro "Padres e Hijos" de Roberto Merino,nuevo pero ya un clásico,señala la verdadera
razón por la que uno expone a sus hijos a la experiencia casi siempre humillante del colegio.
 Todos sabemos que el conocimiento que de ahí se provee se puede adquirir con más provecho
por otros medios. El colegio no enseña nada que se pueda saber por otros medios. El colegio
no enseña nada que se pueda saber de otra manera. Lo que se enseña en el colegio es una serie
de códigos de verguenza,tristeza,de risas que no se pueden enseñar en casa. Es la exposición
a lo que Papelucho llamó alguna vez la verguenza ajena-propia,lo que justifica la existencia
del colegio. Los otros son libros no leídos. Lo otro es un mar de datos que el tiempo impugna
y la vida niega.
 El Director de colegio de Provincia estaba cumpliendo plenamente con su labor. Su baile más
que erótico era casi ridículo. Nadie en su sano juicio podría sentirse perturbado o excitado por
sus movimientos,pero cumplía perfectamente con la labor de enseñar que el mundo es ancho y
ajeno y que el sexo es un laberinto y que fuera del colegio se abre un laberinto que da más risa
que rabia y más escalofríos que verdaderos temblores. El único crimen del Director es su verda-
dero premio: Enseñar una lección del mundo real en esa pequeña Provincia de irrealidad que
suelen ser los colegios del País.

Que Tengan Muy Buenas Noches.
Que Descansen.


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