sábado, 22 de agosto de 2015

El Paraíso por conquistar.


 Como me había perdido las tres reuniones anteriores,me pareció muy prudente presentarme a la
Reunión de Apoderados del colegio de mis hijos. Lo hice como muestra de respeto y porque temía
a lo mejor sin fundamento,que los profesores se desquitarían con mis hijos si se enojaran conmigo
y no tuvieran acceso a mi persona. Ni se me pasó por la mente que el encuentro pudiera tener algún
interés real,porque el grupo nunca varía: tres o cuatro apoderadas,de las que anhelan "hacer comu-
nidad",aprovechan la instancia y el público reunido para descargarse de todo lo que piensan sobre
"Los Valores" y otros temas que por este momento se me olvidan,para terminar proponiendo como
a las diez de la noche que las reuniones a futuro sean mensuales en vez de semestrales.
 Así fue esta vez,pero en algún momento dado,el aburrimiento fue tal que comencé a prestar aten-
ción. Se estaba hablando de un trabajo de proyección en el cual se les había pedido a los niños de
14 años no sólo elegir su carrera universitaria,sino también definir lo que pretendían lograr de
ahí a cinco,quince y treinta años. Sería difícil concebir un ejercicio más deprimente,y la profesora
a cargo de la reunión tuvo que aguantar una tormenta de críticas acertadas que terminó con una
amonestación de una apoderada: "No te olvides de lo angustiados que están los niños."
 En efecto,los niños y los jóvenes se notan,se palpan que están angustiados,y no es difícil entender
por qué. A menos que hayan tenido la suerte de vivir en un Condominio de ricos o en un barrio
pobre sin autos donde todos se conocen,habrán crecido enjaulados,prisioneros dentro de sus pro-
pias casas por el temor que tienen los padres a los accidentes de tránsito,a las balas locas y a los
degenerados.
 Se les exige título universitario para los trabajos más pencas, y cuando por fin salen al mundo
cargados de deudas luego de una educación extensa,es para descubrir que los arriendos decentes
están fuera de su alcance y tendrán que seguir viviendo con los papás. Es tan así que,en un poco
más de una Generación,el ansiado proyecto de tener una casa con patio y tres o cuatro hijos,
antes considerado ya lo máximo de la mediocridad burguesa,ha pasado a ser algo de valientes
y arriesgados.
 con cierta tendencia al engrandecimiento,los jóvenes prefieren pensar que sus problemas son de
índole mas que personal: que son Universales. Si no prefieren traer hijos al mundo,es porque el
mundo está al borde del Apocalipsis,colapsado de gente o la catástrofe climática se ha vuelto
inminente. Pero acá en Chile esos argumentos son inadmisibles. Si el mundo se reseca,nos vamos
al Sur;si viene una nueva Edad del Hielo,como se pronosticaba antes,entonces rumbo al Norte:
en ambos casos,nos veremos con inmensos espacios vacíos,listos para ser poblados. Puede que
para un veinteañero sea muy infernal esa vida,pero es un Infierno hecho,con una gran labor,en
el Paraíso.

Que Tengan Muy Buenas Noches.
Que Descansen.

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