lunes, 2 de noviembre de 2015

El Derrumbe de la élite Política y Empresarial.


  La resistencia a la Reformas de la Presidenta Bachelet ha llevado a muchos intelectuales y
actores políticos a preguntarse cuán correcto era el diagnóstico que inspiró el programa de la
Nueva Mayoría. En el mundo de la Izquierda,al menos la premisa compartida era que los
Chilenos querían ya hace tiempo tirarle la cadena al Neoliberalismo político,económico y
social instaurado en Dictadura y "Humanizado"(léase correguido,perfeccionado o simplemente
administrado) en tiempos de la Concertación. Fue la tesis del derrumbe del modelo.
  Sin embargo a muchas familias no les causó gracia el fin del copago y la selección en la
educación escolar. Los emprendedores pusieron el grito en el cielo con la Reforma Tributaria.
  La desaceleración económica nos recordó que sin crecimiento no hay redistribución signifi-
cativa. Mencionar el Cambio Constitucional basta para invocar a todos los fantasmas. Así,
surgió un relato paralelo en torno a la idea de Libertad y contra el credo igualitarista del
Gobierno. El modelo no estaría en crisis,se contestó desde la Derecha,sino funcionando y
vivito y coleando.
  Es muy difícil de determinar con razón quién tiene la verdad en este debate. Cada extremo
seguirá acumulando evidencia a su favor,pero hasta el momento ninguna parece definitiva.
  La discusión sigue abierta,pero hay una tesis un poco más modesta que parece,a estas alturas,
incontestable. Es la teoría del derrumbe de la élite que conduce las riendas del País. Aunque
la clase política venía volando muy bajo desde antes,los casos de financiamiento irregular que
explotaron a partir de Penta (y el posterior rechazo de los Legisladores a someterse a estándares
exigentes de transparencia y competencia) han terminado por ponerle la lápida a la reputación
de los Partidos y figuras políticas en forma transversal. Lo mismo ha ocurrido con la élite empre-
sarial. La colusión en el mercado del Tissue (el "Cartel del Confort") es sólo el último episodio
de una serie de prácticas reñidas con la Ley,la Ética y el espíritu mismo de un Capitalismo sano.
  No hay que olvidar que durante mucho tiempo estuvimos orgullosos de nuestros políticos y
nuestros empresarios. Ese fue el mito noventero: a diferencia del resto de Latinoamérica, los
políticos chilenos eran probos y ejemplares;los creadores de empleo y riqueza,por su parte,fueron
verdaderos héroes en la narrativa de los "Jaguares de América". Ese mito se ha derruido penosa-
mente. Los adictos al Poder se comportan como tales y hacen lo posible por retenerlo, los que
adoran el dinero buscarán siempre la manera de amasar un poco más. Quizás,en algún momento,
fueron modelos de virtud. Hoy,ante los ojos de la mayoría,están donde están para aprovecharse
de su posición,es muy triste,pero muy cierto.
  El derrumbe reputacional de la élite que administra el modelo no es sinónimo del derrumbe del
modelo,en teoría,pueden ser tratados en forma independiente.
  El derrumbe de la élite política y empresarial no implica un problema ideológico insalvable sino
más bien una falla de capital humano. Sobre las nuevas generaciones (en la política y en los ne-
gocios) recae el peso de devolverle a la Democracia representativa y la economía de mercado su
buen nombre. Mientras tanto,la tarea es seguir afinando las piezas institucionales que nos pro-
tejan de los abusos de aquella élite que no era tan virtuosa como aparentaba.

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