Garabatos Medicinales.

 En el club de las buenas palabras hablan siempre tan fino como esos bordaditos hechos a mano.
 Con palabras finitas,delgadas,leves y hasta anémicas,que nunca ofenden a nadie,ni recuerdan a
parientes cercanos ni hablan del ombligo para abajo,por ningún motivo. El club de esas bellas
almas es como un almacén de porcelanas frágiles,con esas expresiones ligeras como mariposas
moribundas. Para su desgracia,hay algo muy enfermizo y debilitador en esas costumbres verbales,
donde no hay cabida aquello que los Franceses llaman "palabras gordas". Algo melindroso hay
en esas cuidadosas y excluyentes tan bien sonantes que,se nos ocurre,se deslizan entre los huesos
debilitándolos.
 El garabato Chileno,en cambio,tiene proteínas y vitaminas que vigorizan el habla;como un buen
lomo con papas fritas,robustecen y le ponen dos huevos a la sopa insípida del decir cotidiano.
 Se tratan estas vagabundas de los márgenes del lenguaje de lo que alguien definió como palabras
"sonámbulas",ya que pueden cambiar de sentido según su pronunciación o el contexto en que se
las ponga dentro de la frase. En lo que no hay ninguna duda es el poder medicinal de una buena
"chuchada",como se dice popularmente.
 Hay ciudades en el mundo donde se ha creado un verdadero diccionario de términos atrevidos y
malsonantes, la gente vive saludable y feliz gracias a esa "milagrosa medicina",que es muy cómoda
además ya ni siquiera hay que tragarla: al revés,se debe escupir y en grandes dosis.
 Con gran alegría asistimos al surgimiento del uso de aquellas "palabrotas" en el acartonado mundo
de los medios televisivos y radiales Chilenos,con lo que ha subido el Hipódromo,la calle y el Bar
a las ondas AM yFM o a la fibra óptica,poniendo en jaque las afectaciones propias del club de las
bellas conciencias,al que,por cierto,no pertenecemos.
 No somos los que decimos "Dios mío" cuando nos pegamos un martillazo en un dedo,ni "Diantres"
cuando alguien nos ha metido el dedo en la boca,en un negocio cualquiera.
 Ya sabe,entonces: si a usted señor,no le funcionó la cosa como quería,y a usted señora,si se siente
alicaída por algún problema personal,no se priven y digan con ganas lo que les salga de adentro y
sin restricciones.
 Vivimos en tiempos tumultuosos y erráticos en que dan muchas ganas de expresarse como es
debido,a la Chilena,con muchos sujetos y empresas despreciables que giran alrededor y están
al cuidado del Gobierno.
 Ah,y nada de abreviaturas cobardonas,como ese apelativo cibernético que corre por las redes
sociales: "CTM". Si lo va a decir dígalo completo o no lo diga. Échelas todas afuera,no se prive
de ninguna. Es mucho más medicinal y más barato que Fonasa. Todo lo contrario,es gratis.

"La difamación y el insulto son artes mayores de la Literatura y la Oratoria,que nuestros políticos
en ningún caso dominan,apelando entonces a su vulgaridad natural".
                                                              Francisco Umbral (1932-2007)
                                                                      Escritor Español.

Que Tengan Muy Buenas Noches.
Que Descansen.