sábado, 28 de marzo de 2015

La Moneda en llamas..¡llamen a los bomberos..!


Algunos meses atrás,la agenda estaba (al menos parcialmente) en manos del Gobierno. Entre
Febrero y  Marzo,se le extravió completamente. Hoy pasamos de un incendio a otro,y la Moneda
no tiene más opción que jugar a los bomberos: correr tras el fuego para evitar su propagación.
Existen dos tipos de incendios: los políticos y los naturales. Entre los primeros estuvo el caso
Dávalos y ahora el eventual involucramiento de Parlamentarios de la Nueva Mayoría en la arista
de SQM que se abre como una caja de Pandora para escalofrío Oficialista.
El Gobierno habría intentado contener las llamas de este último siniestro echándole unas frazadas
encima. Pero la voracidad de este fuego no permitió tal estrategia. Ahora habrá que enfrentarse
a él a campo abierto y con viento en contra.
Los segundos tipos de incendios son las catástrofes que azotan a nuestro atribulado territorio y a
sus habitantes: volcanes furiosos,bosques al rojo,sequías fatídicas,dramas telúricos. El peor de
todos es el incendio de barro y agua que destruyó ciudades y arrebató vidas humanas en el
Norte Grande. El Gobierno (Presidenta Bachelet incluida) se desplazó a la zona de catástrofe
para gestionar la reacción en terreno. Un incendio imprevisible y cruel,con escaso margen para
culpar a las Autoridades. Por eso la evaluación hay que hacerla sobre la reacción,y hasta cierto
punto,también sobre el andamiaje institucional de figuras como la Onemi.
Lo paradójico es que los incendios naturales son una oportunidad para aplacar la violencia de
los incendios políticos. El ex-presidente Piñera puede dar testimonio de ello: Su mejor año en
el poder (en términos de aprobación ciudadana) fue una temporada de terribles incendios.
Comenzó con el Megaterremoto del 27/F y cerró con el rescate de los mineros del socavón de
la mina San José. No hubo controversia política capaz de eclipsar ese trabajo bomberil. Hasta
sus adversarios le dieron un poco de tregua. Las parcas rojas fueron el sello de un Gobierno
de camisas arremangadas en medio de los escombros.
¿Será capaz el equipo de Bachelet de transmitir la sensación de Liderazgo y Control que demanda
la ciudadanía en este tipo de tragedias? Si lo logra,entonces la Presidenta puede encontrar la luz
al final del túnel de su paupérrima aprobación. Si,por el contrario,no logra combinar con sus
habilidades blandas de empatía y cercanía con la capacidad de actuar eficientemente sobre la
emergencia,entonces el Gobierno bombero se verá sobrepasado por todos los flancos posibles.
Es de esperar,por el bien de los compatriotas que sufren esta ironía del destino (una inundación
en el área más árida del planeta) que ocurra lo primero.

Que Tengan Muy Buenas Noches.
Que Descansen.

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